Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
(Fil 2:5-11)
Muchas veces decimos que deberíamos estar dispuestos a dejar todo por el Señor, pero ¿estamos dispuestos a hacerlo en verdad?
¿Se humillaría ante alguien que lo ha despreciado y le ha hecho daño?
Cristo lo hizo, siendo Dios se humilló y su palabra nos manda a dejar de lado el egoísmo y la vanagloria para vivir como Él.
Le invitamos a escuchar esta predicación acerca de la humillación y exaltación de nuestro único y soberano Señor: Cristo Jesús.
Puede descargar la predicación en PDF aquí o puede descargar el mp3 acá.
Dios le bendiga.