Sólo por Él

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!!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.(Romanos 11:33-36)

Imagine por un momento a Pablo, uno de los hombres con más conocimiento y revelación de Iglesia primitiva, dictando a Tercio su epístola a la congregación en Roma (Rom 16:22). Piense en como ese momento, luego de dictar once capítulos llenos de revelación y rica teología, comienza a alabar la gran profundidad de la sabiduría y conocimiento de Dios. 

Muchas veces no entendemos lo que Dios está haciendo. Nos preguntamos ¿por qué pasa esto? ¿qué he hecho para que esto me suceda? ¿cómo saldré de esta situación? pero debemos reconocer que somos pequeños y que nuestra mente es limitada. Así como Pablo, debemos mirar a Dios y admirar su grandeza y sabiduría. ¿Quien de nosotros le ha dado alguna consejo a Dios?

Todo lo que tenemos procede de Él. Quizás alguno aquí sabe cantar o tocar algún instrumento, quizás el que lee esto es un predicador o tiene mucho conocimiento doctrinal.  No olvide que si hoy estamos en sus caminos, si hoy podemos conocerle, si hay algún talento, algún don… es solamente gracias a Él, y que de Él, por Él, y para Él, son todas las cosas.

  • Nuestra vida es de él, Dios nos formó y dio vida, Dios cambió nuestro corazón y puso su Espíritu en nosotros cuando estábamos muertos espiritualmente (Ez 36:26).
  • Nuestra vida es por él, Dios se ha dado a conocer y se ha revelado a nuestras vidas por medio de Cristo. Él nos sostiene, nos da aliento y nos capacita (Col 1:15-17)
  • Nuestra vida es para él, y todo lo que Dios ha hecho, hace y hará en nuestra vida es para que Él sea glorificado. Las luces deben apuntar a Cristo y no a nosotros, nuestro Señor es el único digno (Ap 4:11).

Hermanos, debemos vivir en humildad, reconociendo que como Dios ha obrado en nuestras vidas en el pasado obrará en el futuro. Él nos llamó y completará lo que ha comenzado (Fil 1:6).  Ante todo miedo o duda que tengamos, debemos recordar que nosotros somos pequeños y limitados pero que nuestro Dios es grande y sin límites. 

No menospreciemos a nuestro projimo, si hoy estamos aqui es gracias a que Dios nos ha atraído a Él. El conocimiento, el talento y todo lo que Dios hace en nosotros no debe llevarnos a sentirnos superiores, sino así como Pablo, a glorificar a nuestro Dios. Somos servidores de nuestro Señor, somos esclavos de Cristo, Él es el centro, A él sea la gloria por los siglos. Amén.

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